Caracas, 9 marzo 2009 (ABN) - Los índices inflacionarios de Venezuela, medidos en promedios trimestrales, registraron un descenso durante el último semestre, tendencia que probablemente se mantenga en 2009, dadas las fuertes presiones deflacionarias a nivel mundial, prevé el Center of Economic and Policy Research (CEPR), con sede en Washington, Estados Unidos.
“Dadas las trayectorias de las economías regional y mundial, es probable que la inflación continúe disminuyendo este año, salvo que suceda algo no anticipado y/o se tengas serios desabastecimientos. Por tanto, la inflación en sí misma no parece ser una amenaza directa al crecimiento económico de Venezuela, aunque el gobierno querrá reducirla en el futuro”, apunta el más reciente informe del referido centro de investigación.
Los autores de dicho estudio, Mark Weisbrot, Rebecca Ray y Luis Sandoval, explican que los promedios a intervalos de tres meses y la separación de la inflación subyacente (excluir los precios de los alimentos y la energía) de la inflación general permiten un análisis más detallado que las cifras interanuales, ya que estas últimas son “solamente una aproximación a las tendencias actuales”.
En este sentido, el informe, publicado el pasado mes de febrero bajo el título El gobierno de Chávez después de 10 años: Evolución de la economía e indicadores sociales, destaca que la aplicación de dicho método para las previsiones económicas es “particularmente importante ya que los precios de los alimentos y la energía se dispararon a nivel mundial durante los 15 meses entre abril de 2007 y julio de 2008, y luego cayero marcadamente”.
De hecho, si se compara la inflación general alcanzada durante el año que terminó en julio de 2008 (33,7%) con el indicador subyacente para ese mismo período (28,7%) tenemos una diferencia de cinco puntos porcentuales, brecha que se incrementa en el segundo semestre del año pasado, cuando se inicia el descenso de la tendencia inflacionaria.
Asimismo, el documento detalla que el promedio trimestral de inflación general alcanzó su punto máximo en enero de 2008 (54,3%) y la subyacente 43,8%, pero esa tasa fue cayendo en el transcurso del año, al punto de que durante el último trimestre se registró un promedio de 31,4% (general) y 24,7 (subyacente), es decir, 22,9 y 19,1 puntos porcentuales por debajo del indicador inicial, respectivamente.
“Mientras que ese ritmo de inflación aún es mucho más alto que en los dos años anteriores (aunque bajo en comparación con los niveles históricos venezolanos), la importante desaceleración en la inflación durante el año 2008 no parece ser cíclica sino más bien la transmisión de choques temporales a los precios”, pronostican los analistas.
Cabe destacar que el Presidente Hugo Chávez asumió el cargo, en 1999, con una inflación de 29,5%; durante los tres años siguientes este indicador se redujo a 12,3 puntos; para principios de 2003, luego de que la economía padeciera los embates de un paro empresarial y sabotaje petrolero, el índice de precios se disparó a 38,7%.
Sin embargo, el país se recuperó rápidamente y la inflación cayó de nuevo, hasta llegar a 10,4% en mayo de 2006. De allí en adelante, ésta ha registrado un ascenso paulatino, para 36% en septiembre de 2008, y desde ese momento ha venido descendiendo.
El 2008 cerró con una tasa de 30,9 puntos porcentuales, pero durante los primeros dos meses del año en curso se han registrado índices intermensuales de 2,3% (enero) y 1,3% (febrero), siendo este último el más bajo de los últimos 14 meses.
El ministro del Poder Popular para la Economía y Finanzas, Alí Rodríguez Araque, ha indicado en diversas oportunidades que la especulación es uno de los factores que inciden en el incremento artificial de los precios, particularmente de los alimentos, por lo que este domingo, en entrevista transmitida por Televen, ratificó que el Gobierno Nacional no permitirá que los intereses capitalistas del empresariado criollo vulneren los derechos del pueblo.
Asimismo, dijo que el Estado venezolano ha venido avanzando en el incremento de la producción de alimentos y otros rubros básicos para satisfacer la demanda interna y reducir las importaciones. La meta es alcanzar la plena soberanía alimentaria y producir los bienes que requieran los venezolanos.
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